viernes, 8 de mayo de 2015

Periodo Colonial (1502-1821)
 
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Cristóbal Colón arribó al continente en Honduras (Trujillo) en 1502. Él lo llamó "Honduras" (que quiere decir "de profundidades") por lo profundo de la costa. El español Hernán Cortés llegó en 1524. Algunas tribus locales siguieron luchando contra los invasores españoles hasta finales de los años 1530; un defensor nativo Lempira (líder de los Lenca) es ahora considerado un héroe nacional. Los españoles comenzaron a fundar establecimientos a lo largo de la costa y Honduras quedó bajo el control de la Capitanía General de Guatemala. Las ciudades de Comayagua y Tegucigalpa se desarrollaron como los primeros centros mineros.
La ventaja que le permitió a los españoles vencer fue su gran organización, las armas de fuego y el uso de esclavos africanos.

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Periodo Contemporaneo (1821-2007)
Comienza desde el 15 de septiembre de 1821, cuando se declaró el acta de independencia. En 1840 Comayagua era la capital de Honduras, luego fue trasladada a Tegucigalpa en 1880. En el siglo XX se desarrollaron los cultivos de la tierra, vienen las transnacional Standard Fruit Company para desarrollar la siembra del Banano, comienza la migración del campo a la ciudad.
Entre 1956 a 1980 los militares irrumpen en el gobierno formando las juntas militares eliminando el proceso democrático, desde 1980 a 2007 se ha mantenido el estado democrático.
Fortaleza de San Fernando de Omoa: Construida por los españoles para defenderse de los piratas.


Independencia
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Honduras, junto con las otras provincias centroamericanas, se independizó de España en 1821; después fue brevemente anexada al Imperio mexicano. En 1823, Honduras se unió a las recién formadas Provincias Unidas de América Central. Al poco tiempo, las diferencias sociales y económicas entre Honduras y sus vecinos regionales exacerbaron la áspera lucha partidista entre líderes centroamericanos y trajeron consigo el colapso de la Federación en 1838 - 1839.
1839-1963 En el siglo XIX se proyectó la línea de ferrocarril desde la costa caribeña a la capital, pero agotó su presupuesto cuando alcanzó la ciudad de San Pedro Sula, por lo que se convirtió así San Pedro en el principal centro industrial y la segunda ciudad más grande.
Desde la independencia, casi 300 rebeliones internas han sacudido el país, guerras civiles y cambios del gobierno, más de la mitad de ellos durante el siglo XX. El país tradicionalmente careció tanto de una infraestructura económica como de integración social y política. Su economía basada en la agricultura vino a ser dominada en este siglo por compañías estadounidenses que establecieron enormes plantaciones de plátano a lo largo de la costa del norte.
 Este libro es un compendio de la historia de Honduras hasta nuestros días. El autor resume los distintos períodos históricos presentando una visión de la lucha de clases e intereses divergentes, así como contradicciones de los distintos partidos políticos que han definido la historia del país, desde el período colonial y la conquista por parte de España. Se rescata el papel protagónico del pueblo hondureño y las masas populares, analizándose las diferentes luchas sociales y los movimientos políticos encabezados por la población civil hondureña en la defensa de sus derechos. Se descubren los oportunismos de clase y partidarios de los grupos dominantes que han llevado al país hasta al enfrentamiento militar y cruentas guerras. Es un interesante estudio que lleva al lector a cuestionarse la interpretación de la historia y a numerosas preguntas en torno a la responsabilidad histórica.
El índice temático comprende los siguientes aspectos:
  1. Primera época: La Comunidad Primitiva
    1. Los primeros hombres
    2. Salvajismo y barbarie en Honduras
    3. La civilización maya.
  2. Segunda época: El Estado Esclavista-Feudal
    1. El descubrimiento
    2. La conquista
    3. El Estado colonial
    4. Relaciones esclavistas de producción
    5. Relaciones feudales de producción
    6. La resistencia antiesclavista y antifeudal
    7. Lempira: héroe nacional
    8. La cultura en la colonia.
  3. Tercera época: El Estado Terrateniente-Semifeudal
    1. Las causas de la Independencia
    2. Las primeras rebeliones
    3. La represión antipatriótica
    4. El 15 de septiembre de 1821
    5. La independencia de Honduras
    6. La anexión a México
    7. Las Provincias Unidas de Centroamérica
    8. Los cambios de 1823-1824
    9. La Federación Centroamericana
    10. La revolución morazanista
    11. La reacción antimorazanista
    12. Entre Washington y Londres
    13. El Estado terrateniente-semifeudal y la cultura.
  4. Cuarta época: El Estado Capitalista-Dependiente
    1. La reforma liberal de 1876
    2. Cincuenta años de matanzas
    3. Los partidos tradicionales
    4. Los monopolios bananeros
    5. El movimiento obrero
    6. Veinte años de dictadura
    7. La huelga de 1954
    8. Los liberales en el poder
    9. El golpe de Estado de 1963
    10. Guerra Honduras-El Salvador
    11. Gobierno bipartidista: 1971-1972
    12. Oswaldo López: 1972-1975
    13. Juan Alberto Melgar Castro: 1975-1978
    14. Junta Militar de Gobierno y Policarpo Paz García: 1978-1981
    15. Roberto Suazo Córdova: 1983

La civilización maya habitó una gran parte de la región denominada Mesoamérica, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en el comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3000 años.
Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron decenas de dialectos que dieron lugar a las 44 lenguas mayas modernas. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia de lenguas mayenses.
La literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres milenios de historia.
La conquista española de los pueblos mayas no se consumó hasta 1697, con la toma de Tayasal, capital de los mayas Itzá, y Zacpetén, capital de los mayas Ko'woj, en el Petén (actual Guatemala). El último estado maya desapareció cuando el gobierno mexicano de Porfirio Díaz ocupó en 1901 su capital, Chan Santa Cruz, dando así fin a la denominada Guerra de Castas.
Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el preclásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá (ambas las primeras en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente), Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio, pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes (lugares de gobierno y residencia de los nobles), siendo el mayor encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban tetún, ‘tres piedras’), que muestran efigies de los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, entronizaciones, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como una de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.
Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá. Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.



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